Música
Abisal
Alejandría estrena single que deambula entre la vida y la muerte en plena pandemia
Alejandría es una banda chilena de rock pop progresivo, con influencias del rock latino y anglo. El grupo se encuentra presentando “Abisal”, su nuevo sencillo y videoclip. Conformada por cinco músicos de reconocida trayectoria a nivel nacional, la banda comenzó a dar sus primeros pasos el año 2020. Lo que caracteriza la propuesta artística de Alejandría es su alta definición en cuanto al manejo de estilos sonoros, ejecución instrumental, interpretación y factura audiovisual, esto por que son una banda multidisciplinaria.
Abisal, su nuevo sencillo, es una canción que se impone desde el comienzo con un poderoso sonido de rock clásico y un riff de guitarra eléctrica a cargo del músico Diego Álvarez (Ex Mecánica Popular) que lleva al oyente a un ambiente sombrío y nostálgico, por el sonido grunge de sus cuerdas. La secuencia inicial da paso a una atmósfera más reflexiva e íntima, marcada por un sonido ochentero y melancólico, generado por el sonido de Felipe Silva y sus sintetizadores Korg, arreglos que anteceden los versos entonados por Rodrigo Vargas, encargado de darle voz a la banda y autor del texto, quién recurre a un fraseo onírico al cantar, melodía sostenida a su vez por el atractivo y envolvente bajo de César Brevis (Ex Kuervos del Sur), líneas que se enlazan con las frases intensas de la lírica: “desnudos quedan los sueños en la oscuridad, todo se vuelve musgo en el abisal”. Alejandría estalla con un coro poderoso y riff oscuros, potentes y dramáticos.
Las imágenes del videoclip, filmadas, montadas y dirigidas por César Brevis, muestra a la banda grabando en el estudio, con los citados teclados Korg y el clásico sonido de la batería Grestch utilizada por Luis Faúndez, que aporta con precisión y un sonido vintage al sello de la banda: Alejandría busca calidez orgánica en su propuesta y logra enarbolarlo con maestría.
El video continúa con imágenes del cantante Rodrigo Vargas en un auto avanzando por la ciudad en movimiento, donde se divisa el Parque Forestal de Santiago, las autopistas y edificios post modernos de Santiago, en contraste con el gris lúgubre del cementerio general, donde se centra gran parte de la historia y donde vemos a Rodrigo en varios pasadizos y pasajes de la necrópolis, recorriendo melancólico el lugar y cantando en perfecta sintonía con lo que muestra la imagen. El cantante se desplaza con la mirada perdida a través de estos espacios, como un alma errante en la ciudad, en medio de la incertidumbre y tristeza propia de este nuevo siglo.
